MI DELIRIO SOBRE LA ESCENA MUSICAL VENEZOLANA
Para comenzar con esta reflexión no
considero tener propiedad para hacer una critica a la situación del espectáculo
musical que existe en Venezuela, pero alguien debe hacerla porque hay un
epicentro de comentarios sobre nuestra realidad entre la misma movida de
artistas, así como la canción “Juanito Alimaña” del gran Héctor Lavoe sucede el
“Todos lo comentan, nadie lo delata” decidí expresar mi visión para hacer pensar
y se que va a generar gestos de admiración y/o en contras, pero que vale la pena hacer, en
este sentido solo conozco un articulo critico del gran músico “Aquiles Báez” (http://prodavinci.com/2010/03/08/artes/%C2%BFpor-que-la-musica-venezolana-no-es-conocida-internacionalmente/) en un Magazine
digital que se llama “Prodavinci”.
Recientemente se realizó el Festival
Internacional “Suena Caracas” y la idea de esta reflexión no es criticarlo,
mucho menos caer en un análisis de corte político como una excusa de la
situación sino mas bien realizar una evaluación real de cómo está nuestra
escena, si es sólida realmente o si es maquillada para aparentar un mundo inexistente
en la sociedad venezolana. Quiero que no solo sea una visión como artista y
para el artista sino también al público, al usuario o cualquiera que no conoce
de espectáculo.
A veces hay que conocer otras
latitudes desde el punto de vista artístico para comparar las diferencias y
detalles que nos hacen falta para establecer una escena ideal donde un artista
pueda decir con propiedad “Yo puedo vivir de la música” cosa que parece un
imposible en Venezuela incluso estableciendo referencias de países latinoamericanos.
La otra comparación importante es conocer que nivel de apoyo da el público al
artista en función de su esfuerzo como empresa o solo es participe de las
oportunidades gratuitas que se presentan en espacios públicos donde el
espectador no requiere costear el verdadero valor de la producción de un
evento.
ANALISIS
Me parece interesante comenzar a
analizar nuestra situación desde el párrafo anterior destacando con esta
pregunta que es lo mas importante de este tema ¿En Venezuela el público sabe
valorar el verdadero trabajo y esfuerzo que hace un artista para hacer llegar
la música a sus oídos? Esta pregunta tiene que ver mucho con el nivel de educación
del público en reconocer lo que es un trabajo musical, si existe un circuito (Bares,
Teatros, Clubes, Empresas, Festivales, Plazas, Tiendas, Centros Comerciales, Calle,
otros) sólido y establecido en todo el país para ejecutar la música en vivo, si
existen empresas de booking que sincronice en un catalogo al artista y al
circuito para facilitarle el trabajo a ambos, si el público es capaz de pagar
un precio justo por su trabajo, perseguir y comprar sus producciones en el
mercado, si la sociedad reconoce que el artista es el medio ideal para el
desarrollo turístico de un país, incluso si existen Políticas de Seguridad que
aseguren el buen funcionamiento y rescate de la vida nocturna como fuente de
empleos.
En otros países de Latinoamérica el artista
puede vivir del espectáculo en condición “Underground” o sea que no necesita
ser una estrella reconocida para poder vivir de la música, en cambio la mayoría
de los casos que conozco acá el artista debe tener otra ocupación laboral para
poder sobrevivir e incluso costear sus producciones. La periodicidad de
presentaciones de un artista normalmente varia entre 2 a 5 días en la semana cosa
que en nuestro país tenemos referencias de artistas que no pueden llegar a 10
presentaciones en un año. El estimulo a la música en vivo en la mente de la mayoría
de los dueños de establecimientos que hay en el país no es una prioridad sino mas
bien un complemento opcional. El periodo de vida de los establecimientos es
provisional, existencia de pocos pequeños empresarios confiables que dominen la
producción de eventos, la promoción actualmente depende más de la red, del mundo
virtual y se ha perdido el aprovechamiento del elemento físico como medios
impresos, radio entre otros.
Actualmente se han realizado eventos
notables con bombos y platillos pero que a la larga no dejan una continuidad en
nuestro entorno, casos que si han dejado huella es el Festival Nuevas Bandas, Unión
Rock Show, Off Road, Revista La
Dosis, Bandas Rebeldes, Gillman Fest, Skaricuao Fest alomejor
se me pasó algún evento resaltante pero estos son los más representativos en
este momento que pasan por mi memoria y lo más admirable es la constancia de
las personas que organizan estos eventos. Grandes eventos de Salsa o Gaitas
reconocidos han desaparecido de la escena y ahora los súper festivales sensacionalistas
que no dejan nada, que solo son de
coyuntura propagandística que se pierden y olvidan en el tiempo muy diferente a
lo que hay en otros países por mencionar como el “Rock Al Parque” de Colombia,
“Vive Latino” en México, “Pepsi music” de Argentina, “Reggae Sunfest” en
Jamaica “Aruba Jazz Festival”, “Curazao Jazz Festival” y muchos más que no
tengo espacio para nombrar.
Cabe destacar que los eventos que aquí
se especifican a gran escala no son discriminatorios en cuanto a la participación
entre la Empresa Privada
y el Estado, incluso hay casos de participación mutua como el caso del “Reggae
Sunfest” de Jamaica donde hay cooperación entre el Gobierno de Jamaica con la
cerveza local “Red Stripped” y la línea aérea “Air Jamaica” lo cual es visible
en el escenario del evento. Otro caso como el conocido internacional “Rock Al
Parque” es organizado por la Alcaldía
de Bogotá en Colombia, aquí mientras estemos con esa discriminación entre el
Estado y la Empresa
privada los únicos perjudicados seremos la escena completa, conozco muchos
casos de empresarios independientes que organizan con todo su esfuerzo un
evento y de repente sin avisar de la noche a la mañana el gobierno le pone un
evento de plaza gratuito al lado y en la misma fecha que destruye todo lo que
han construido.
No podemos resaltar los eventos a
gran escala si se siguen discriminando los eventos pequeños e incluso la
importancia de la calle. Cuando estuve con Ónice en el Rasteca de México en
1997 muchas agrupaciones locales hacían sus shows en las plazas públicas, en la
calle, eventos producidos por ellos mismos donde vendían todo su material de
colección y souvenirs. Aquí en Venezuela se menosprecia la pequeña escena, no se
le da importancia y es imposible buscar la calle porque requiere de buenos
equipos como instrumentos musicales y un sistema de sonido que son dolarizados,
por ello se hace imposible de adquirir, conozco bandas en el extranjero que
tienen sus propios instrumentos musicales, su equipo de audio, e incluso un
transporte sencillo lo cual les permite girar con su música a cualquier parte.
También se da el caso de localidades donde existen buenas bandas muy reconocidas
pero en su entorno geográfico no existen escenarios para la escena y deben
salir de dicha localidad para dar a conocer su trabajo incluso su público se
sacrifica más porque no existen los espacios (Caricuao, Altos Mirandinos,
Valles del Tuy, Guarenas, Guatire).
Otro tema importante es la difusión
de nuestro trabajo que ayuda a que seamos
conocidos en el medio. Gracias a la tecnología de hoy podemos colocar
nuestras producciones (Audio, videos, prensa, fotos, paginas webs, grupos
sociales o mas) al alcance del público pero conociendo las herramientas que nos
ayudan a presentar un trabajo de calidad de competencia, aunque no todo tiene
su utilidad en la red si no disponemos de una libertad de transito a través de
un cambio de moneda libre que nos ayudaría a internacionalizar nuestro trabajo.
¿Porque es importante? Para colocar nuestro trabajo discográfico en los grandes
distribuidores globales de música como itunes, Amazon, cd baby, spotify y otros
muchos aparte de los buscadores mundiales de booking para shows como
reverbnation y sonicbids el “Control Cambiario” no nos permite acceder para dar
a conocer lo que hacemos los venezolanos.
Para concluir hay normas de
convivencia en nuestra sociedad con basamento jurídico que es importante que se
conozcan, como lo es el articulo 27 de la “Declaración Universal de los
Derechos Humanos” y el Capitulo VI de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela 1999 donde se encuentran nuestros Derechos Culturales y Educativos
(Art. 98 hasta 111). Para eso están las Instituciones dedicadas exclusivamente
a la representación del artista, que para bien o mal están a nuestra
disposición.
Existen muchos factores que influyen
en el desarrollo de la escena venezolana que prometo exponerlos en próximas
entregas, no podemos negar que el talento
nacional es infinito y cada vez hay más presencia de ello en el mundo,
pero hay que reconocer que no existe la alternativa de entretenimiento constante
y periódica que requiere el publico y también el artista. Hay casos de artistas
que siempre están en escena, ya sea por buenos o por el compadrazgo que nunca
dejara de existir, pero la gran mayoría en el país carece de ese espacio para
difundir su creación.
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